Cuando se trata de comunicaciones de video dentro de las empresas, hemos recorrido un largo camino. La videoconferencia ya no es compleja, ni tan costosa y no requiere muchos recursos como solía ser. Las empresas pequeñas y grandes están invirtiendo en la tecnología y lo convierten en el modo preferido de comunicación en los negocios. Entonces, ¿cómo hemos llegado tan lejos? He aquí un esbozo de la historia de la colaboración de video corporativo.
El pasado
Hace un par de décadas, la videoconferencia significaba una sala llena de artilugios, profesionales de TI a tiempo completo para ejecutarlo, infraestructura costosa, redes dedicadas y, por supuesto, requería que la gente se ubicara físicamente en una habitación específica. Por encima de todo esto, muchas veces el video no funcionó como se esperaba, o, si lo hizo, la calidad era deficiente. Como el costo del despliegue de video era alto, se consideraba un privilegio que sólo las grandes empresas podían darse el lujo de poseer y operar.
Luego vino la tecnología. Las plataformas de consumo como Skype hicieron el primer paso hacia la realización de video llamadas asequibles. Por primera vez, la gente podía usar el video para comunicarse con facilidad y sin esfuerzo y a través de muchas computadoras diferentes. El éxito de Skype pronto entró en el mundo del trabajo, dando a las empresas un vistazo de lo que la videoconferencia podría hacer. El modelo fue replicado por soluciones de video corporativas.
El presente
Con el cambio de actitud hacia la videoconferencia y la evolución de las necesidades del negocio, el video “ha sido expulsado” de la sala. Los días de una infraestructura dedicada, la red y el equipo están llegando a su fin con la proliferación de nuevas tecnologías como la nube, los dispositivos móviles y el entorno social media.
Actualmente, la videoconferencia está en una etapa emocionante. Nuevas realidades como BYOD, el trabajo a distancia, la adopción de la movilidad, etcétera, han surgido en el panorama empresarial actual y estos cambios están transformando rápidamente la industria de las comunicaciones por video.
El mayor beneficio de la videoconferencia es que ha hecho reuniones más convenientes, eficientes, productivas y rentables. La ubicación o los límites geográficos ya no son obstáculos para una comunicación fluida. Las empresas ahora pueden organizar reuniones con sus clientes, socios o equipos en el extranjero, sin incurrir en grandes costos de viaje. Esto también apoya las tendencias de movilidad y operaciones remotas. Los empleados ahora pueden colaborar fuera de la oficina, en viajes o trayectos, y desde prácticamente cualquier lugar, en cualquier momento.
No se utiliza solo para la colaboración, la videoconferencia ha sido adoptada por muchas organizaciones como medio eficaz para capacitar a su fuerza de trabajo e incluso para contratar a nuevos empleados. Todo esto indica que la tecnología está preparada para escalar aún más.
El futuro
El futuro de la videoconferencia parece brillante. Muchos estudios recientes han demostrado que las comunicaciones por video, en particular el modelo de servicio, serán la tendencia dominante en el campo de las conferencias.
El video basado en navegador, apoyado por WebRTC (Web Real-Time Communication), las capacidades de telepresencia a través del escritorio y las conferencias HD a través de la nube son algunos de los factores clave que impactarán la industria en los próximos años.
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