Todos los días, estamos expuestos a sonidos en nuestro ambiente, como los que vienen del televisor y la radio, los aparatos electrodomésticos y el tráfico. Normalmente oímos estos sonidos a niveles que no afectan nuestra audición. Sin embargo, los ruidos muy altos pueden ser dañinos, aunque duren poco o mucho tiempo. Estos ruidos pueden dañar las estructuras delicadas del oído interno, causando pérdida de audición inducida por el ruido (noise-induced hearing loss, NIHL).
Esta condición puede ser inmediata o puede tomar mucho tiempo hasta que uno la note. Puede ser temporal o permanente y puede afectar uno o ambos oídos. Aun cuando usted no pueda notar que está dañando su audición, podría tener problemas en el futuro. Por ejemplo, tal vez no pueda entender a otras personas cuando hablan, sobre todo por teléfono o en un lugar ruidoso. Aunque no sabemos cómo le podría afectar el ruido en el futuro, sí sabemos que la pérdida de audición inducida por el ruido se puede prevenir.
¿A quién afecta la pérdida de audición inducida por el ruido?
La exposición a niveles dañinos de ruido puede ocurrir a cualquier edad. Tanto los niños, adolescentes, adultos jóvenes y las personas mayores pueden desarrollar pérdida de audición inducida por el ruido. Aproximadamente el 15 por ciento de los adultos en los Estados Unidos, o sea 26 millones de personas entre los 20 y 69 años, tienen pérdida de audición que pudo haber sido causada por la exposición al ruido en el trabajo o en actividades recreativas. En 2010, hasta el 16 por ciento de los adolescentes (de 12 a 19 años de edad) informaron tener pérdida de audición que podría haber sido causada por ruidos fuertes. Esto según un estudio de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).
¿Qué causa la pérdida de audición inducida por el ruido?
Esto puede ocurrir de una sola vez por un sonido intenso e “impulsivo”, como el de una explosión. También puede ocurrir poco a poco por la exposición continua a sonidos fuertes, como los ruidos generados en una carpintería.
Algunas actividades recreativas que pueden ponerlo en riesgo de desarrollar pérdida de audición inducida por el ruido son el tiro al blanco y la cacería, los paseos en motonieve, escuchar música con auriculares a un volumen alto, tocar en una banda e ir a conciertos y ubicarse muy cerca de los altavoces. En el hogar, los ruidos dañinos pueden venir de fuentes como la cortadora de césped, el soplador de hojas y las herramientas de carpintería.
El sonido se mide en unidades llamadas decibeles. Es muy raro que los sonidos de menos de 75 decibeles causen pérdida de audición, aun cuando uno esté expuesto a ellos por un largo período. Sin embargo, exponerse por mucho tiempo o repetidamente a sonidos de 85 decibeles o más puede causar pérdida de audición. Mientras más alto sea el ruido, más rápido se desarrolla la pérdida de audición inducida por el ruido.
Estos son los niveles promedio de algunos sonidos comunes, medidos en decibeles:
- El zumbido de un refrigerador: 45 decibeles
- Una conversación normal: 60 decibeles
- El sonido de tráfico pesado en la ciudad: 85 decibeles
- Las motocicletas: 95 decibeles
- Un reproductor de música al máximo volumen: 105 decibeles
- Las sirenas: 120 decibeles
- Los petardos y las armas de fuego: 150 decibeles
Dos factores importantes para proteger la audición son mantener una distancia entre el punto de origen del sonido y usted, y limitar por cuánto tiempo se expone al sonido. Una regla práctica es evitar sonidos que sean “demasiado altos” y que estén “demasiado cercanos”, o que duren “demasiado tiempo”.
¿Cuáles son los efectos y las señales de la pérdida de audición inducida por el ruido?
Cuando usted está expuesto a ruidos fuertes durante un período largo de tiempo, es posible que poco a poco comience a perder la audición. Como el daño causado por la exposición al ruido suele ser gradual, tal vez no lo note o tal vez ignore las señales de la pérdida de audición hasta que sean más notables. Con el tiempo, los sonidos pueden distorsionarse o escucharse débiles.
Es posible que resulte difícil entender a otras personas cuando le hablan o que tenga que subir el volumen del televisor. El daño que ocurre en la audición por causa del ruido, combinado con el envejecimiento, puede resultar en una pérdida de audición grave.
Tal vez necesites audífonos que amplifiquen los sonidos a su alrededor para poder oír, comunicarse y participar más plenamente en las actividades diarias.
La pérdida de audición inducida por el ruido también puede ser causada por el ruido de estallidos extremadamente altos, tales como disparos o explosiones. Éstos pueden romper el tímpano o dañar los huesecillos en el oído medio. Este tipo de pérdida de audición inducida por el ruido puede ser inmediata y permanente.
La exposición al ruido fuerte también puede causar tinnitus, que es un timbre, silbido, zumbido o rugido en los oídos o la cabeza. El tinnitus puede desaparecer con el tiempo, pero a veces puede continuar—de manera constante u ocasional—a lo largo de la vida. La pérdida de audición y el tinnitus pueden ocurrir en uno o ambos oídos. A veces la exposición a ruidos fuertes impulsivos o continuos provoca una pérdida de audición temporal que desaparece entre unas 16 a 48 horas más tarde. Las investigaciones recientes sugieren, sin embargo, que a pesar de que la pérdida de audición aparenta desaparecer, a largo plazo puede haber daño residual de la audición.
¿Se puede prevenir la pérdida del oído?
En realidad se trata del único tipo de pérdida de audición que es totalmente prevenible. Si usted comprende cuáles son los riesgos del ruido y cómo practicar una buena salud auditiva, podrá proteger su audición de por vida. Aquí se explica cómo:
- Sepa qué sonidos le pueden hacer daño (los de 85 decibeles o más).
- Use tapones para los oídos u otros dispositivos de protección cuando haga alguna actividad que involucre ruidos fuertes. Puede encontrar orejeras y tapones para los oídos diseñados específicamente para ciertas actividades en las ferreterías y tiendas deportivas.
- Si no puede reducir el ruido, protéjase o aléjese de él.
- Esté alerta a ruidos peligrosos en el entorno.
- Proteja los oídos de los niños que sean demasiado pequeños para protegerse ellos mismos.
- Asegúrese de que su familia, amigos y colegas estén conscientes de los peligros del ruido.
- Hágase una prueba auditiva si piensa que podría tener pérdida de audición.
Información de:
Reproducción del documento: Pérdida de audición inducida por el ruido publicado por Instituto Nacional de la Sordera y Otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD, por sus siglas en inglés).
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