Ya no es raro el concepto de Smart Home. La tecnología ha permeado en nuestra vida diaria y casi sin intentarlo, es posible que ya tengamos dispositivos Smart en nuestro hogar como una cerradura inteligente, una cámara de seguridad o una bocina de Amazon o de Google. Ahora bien, estos cientos o miles de dispositivos pueden crear una casa conectada, siempre y cuando se elijan con cuidado y con un objetivo claro: algunas rutinas sencillas y divertidas.
Los gadgets smart
Es notorio el poder de procesamiento de los asistentes como Alexa, Google Assistant o incluso Siri, cada uno creando un ecosistema con actuadores para generar rutinas o secuencias básicas con determinado nivel de “autonomía e inteligencia”. Es así como vemos cámaras de seguridad o video porteros, interruptores y dimmers, enchufes, luminarias coloridas, cerraduras y hasta algunos sistemas de riego por aspersión, todo ello gobernable desde una aplicación en nuestro dispositivo móvil y con acceso remoto. La verdad es que resulta entretenido y muy ad-hoc para aquellos entusiastas de la tecnología.
La gran ventaja de los gadgets para Smart Home es su bajísimo precio. Es posible empezar un ecosistema con muy poco dinero e irlo creciendo sin hacer grandes inversiones. Se requiere cierto gusto y conocimiento técnico, sobre todo de aplicaciones. Nada del otro mundo.
Hasta ahora, para hacer que estos esfuerzos DIY (Do-It-Yourself) funcionen bien, es preciso que todos los elementos o dispositivos vengan de la misma marca y que incluso sean de reciente creación. Aunque existe la promesa de la interoperabilidad, es una apuesta poco probable hoy día. Los componentes de distintas marcas suelen no corresponder a determinadas ordenes aun cuando estén cubiertos por la misma plataforma como Google Home, Amazon Alexa o Apple Homekit. Esto es, ejecutan algunas acciones y otras no.
Otro detalle que hay que cuidar es el hecho que existen miles de empresas start-ups que están creando dispositivos muy interesantes, pero -desafortunadamente- una gran mayoría de esas pequeñas empresas desaparecen al cabo de unos pocos años, lo que deja muchos equipos huérfanos de mantenimiento y actualizaciones, por lo que son condenados al olvido.
La integración de sistemas
Cuando queremos ir al extremo para tener un hogar verdaderamente conectado, hace falta más que 5 gadgets para lograrlo. Es evidente que la integración de sistemas necesita de un proyecto ejecutivo y de una empresa profesional para lograrlo. Pero en cambio los alcances son muy diferentes.
En principio la integración de tecnologías no busca únicamente algunas acciones divertidas o sorprendentes, su misión va más allá y tiene que ver con ahorro de energía, seguridad plena, confort comprobado, entretenimiento ubicuo, accesibilidad para niños y adultos mayores, control total de subsistemas a través de múltiples interfaces y un sentido de actualización continua.
Entonces, no hay comparación entre la conformación de algunos trucos con gadgets a la proyección de una casa con interacción tecnológica y cierto grado de autonomía, que tienen que ver más con el concepto de inteligencia.
Obviamente, la integración de sistemas requiere de un presupuesto generoso y paciencia, pero bien vale la pena para construcciones residenciales y corporativas que lo justifican.
Ahora lo sabes ¿Smart Home con dispositivos DIY o a través de integración de sistemas?
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